El presidente de APTB, Carlos Novillo, su vicepresidente, Carlos García Touriñán, y el director del Área de Prevención y Seguridad Vial de Fundación Mapfre, Jesús Monclús, presentaron el Informe de Víctimas de Incendio en España en 2016. Los datos son malos: 175 fallecidos, 133 de ellos en su propio domicilio.
Más incendios y más víctimas en las viviendas. Es el balance que dejó 2016, año en el que se produjo una media diaria de 44 fuegos en el hogar, un 3,2% más que en 2015, y 133 fallecidos en su propia casa, 23 más que el año anterior, pasando así de un ratio de 2,36 en 2015 a 2,86 fallecidos por millón de habitantes. La mayoría de los 16.136 incendios sucedidos en la vivienda fueron ocasionados por un aparato productor de calor (radiador o brasero), en el salón y durante el día. Más de la mitad de las víctimas eran hombres (52%) y mayores de 65 años (60%). Entre las causas de muerte destaca la intoxicación, que afectó a 6 de cada 10, y las quemaduras, que quitaron la vida al 32%, sobre todo por no poder escapar de las llamas.
Son los últimos datos de víctimas mortales por incendio que han dado a conocer Fundación MAPFRE y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB) en el marco de la presentación del estudio Víctimas de incendios en España 2016, realizado por ambas entidades con el objetivo de dar a conocer información precisa sobre las víctimas mortales de incendio y desarrollar acciones preventivas.
El informe, el único que recoge de forma actualizada y precisa información sobre este tipo de sucesos en España, destaca que en 2016, los Cuerpos de Bomberos realizaron un total de 122.828 intervenciones por incendios, lo que representa un 9,7% menos que el año anterior, y que contrasta con un ligero incremento producido en el número de incendios en el hogar y con un aumento, más significativo que otros años (21% más), en relación al número de fallecidos. También pone de manifiesto que las personas mayores sufrieron el mayor número de fallecimientos, colectivo que a juicio de los expertos necesita mayor protección y vigilancia, y que hace necesario que se organicen mayor número de campañas de prevención.
Al analizar el número de fallecidos en viviendas por meses, se repite el mismo patrón que todos los años. Durante los seis meses fríos del año se origina el 62% de las víctimas mortales. Prueba de ello es que entre noviembre y febrero (4 meses) de 2016 se produjo casi el mismo número de fallecidos (87) que en el resto del año (88). El peor mes fue febrero, donde la temperatura media fue de 9 grados debido a la entrada de aire polar que afectó a toda España y que duró seis días. Durante ese mes fallecieron 26 personas.
Entre las causas más probables de incendio en el hogar con víctimas mortales siguen destacando los ocasionados por aparatos de calefacción, como radiadores, chimeneas y braseros, de por sí ya críticos por su función de generar calor y que producen mayor demanda a las instalaciones eléctricas, que en muchas ocasiones sufren deterioro. También destacan los incidentes causados por el cigarrillo, hábito que todos los años provoca numerosas víctimas y aunque mejora respecto a hace dos años, todavía es preocupante. En 2016 el tabaco causó 17 fallecidos, 5 menos que en 2015.
El salón es la dependencia de la vivienda en la que se origina el mayor número de incendios, seguido, muy de cerca, por el dormitorio y la cocina, dato esencial para saber dónde se deben colocar los detectores de incendios, un aparato que Fundación MAPFRE distribuirá este invierno para evitar incendios en 7.000 hogares. Los detectores, que instalarán los servicios de bomberos de toda España, han sido donados por la empresa irlandesa EI Electronics.
Por Comunidades Autónomas, las cinco con mayor índice de víctimas fallecidas en 2016 han sido Castilla La Mancha, con un ratio de 6,86 fallecidos por millón de habitantes; Castilla y León (con 6,54), Comunidad Valenciana (con 5,85), Asturias, (con 4,80), y Murcia (con 4,78). Por el contrario, las que tuvieron menor tasa de víctimas mortales en viviendas por millón de habitantes en 2016 fueron, La Rioja (un año más sin víctimas mortales), Islas Baleares (con 0,90) y Comunidad de Madrid (con 1,8). Llama la atención la gran mejora experimentada por Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera, que en 2014 ocupaban el peor ratio, y en las que en 2016 se ha producido una única víctima mortal. En términos absolutos, Andalucía, fue la comunidad autónoma con mayor número de víctimas mortales (con 33 fallecidos), 11 más que el año anterior, lo que supone un importante incremento del 50%. La segunda es Cataluña, con 30 víctimas mortales.