Salvaguardar la vida de las personas es el objetivo del programa de prevención de incendios “Hogar Seguro”, que ha puesto en marcha este verano el Servicio Provincial de Extinción de Incendios (SPEI) de la Diputación de Zaragoza.
"Hogar Seguro" es un proyecto a medio-largo plazo que supondrá instalar en los municipios más vulnerables detectores de humo y monóxido de carbono para evitar posibles incidentes. Esta iniciativa busca, entre otras cosas, tratar de evitar las posibles consecuencias que surgen de la imposibilidad de reducir el tiempo de respuesta en determinadas zonas de la provincia.
Este programa hará especial hincapié en hogares con personas mayores, con problemas de salud o que disponen de teleasistencia, así como viviendas ubicadas en municipios de pocos habitantes.
En un primer momento, se procede a la identificación de las viviendas más susceptibles de sufrir riesgos; después, se visitan los hogares para la inspección. Además, se formará a los ciudadanos de las localidades y se les indicará cómo deben actuar en caso de que un detector señale que hay peligro. Por último, se realizará un seguimiento continuado con revisiones anuales.
Esta iniciativa, dotada en 2016 con 12.500 euros, se llevará a cabo íntegramente por el servicio de bomberos de la Diputación Provincial de Zaragoza. A principio de año se realizó una prueba piloto, de diciembre a febrero, que supuso la instalación de 130 detectores en viviendas de los municipios de Añón, El Buste, Litago, Litúenigo, Malón, Novillas, San Martín de la Virgen del Moncayo, Torrellas, Trasmoz, Vera de Moncayo y Vierlas. Además, ya se han mantenido reuniones informativas en la comarca de Daroca, informa la web www.aragondigital.es
