Cinco personas muertas y una veintena de heridos de diversa consideración, la mayor parte por inhalación de humos, es el balance de los primeros días de bajas temperaturas en nuestro país. En 72 horas, se ha puesto de manifiesto la nula preparación de la población española ante el fuego.
El sábado empezaron a caer las temperaturas en todo el país, y la tragedia comenzó el domingo, con la muerte de una niña de 12 años en Zaragoza. El incendio, mientras dormían a eso de las 8 de la mañana, se inició en el salón, probablemente por una sobrecarga eléctrica o una estufa. El error, intentar huir por una ventana, desde la que se precipitó la menor.
La segunda víctima se producía, de nuevo en las primeras horas del día y aún en periodo de descanso, ayer lunes, en Villaviciosa (Asturias). Una mujer de 51 años perdía la vida y otra de 70 sufría heridas de gravedad por quemaduras e inhalación de humos.
La desgracia se cebaba también ayer, por la noche, en Sevilla, donde morían dos ancianas, madre e hija, a eso de las 22.30 de la noche. De nuevo la presencia de una estufa eléctica en el salón del inmueble parece la causa más probable.
La última víctima se producía hoy mismo, en el municipio madrileño de San Sebastián de los Reyes, donde un hombre de 95 años fallecía tras incendiarse su habitación en una residencia de ancianos. Un cigarro en la cama parece ser la causa del suceso, también en horas de descanso nocturno.
Cinco muertes en apenas 72 horas que ponen de manifiesto, por un lado, la falta de preparación de las viviendas en nuestro país, con la reiterada ausencia de detectores de humo y extintores, o la falta de información de muchos ciudadanos, que vuelven a cometer imprudencias como la sobrecarga de enchufes o el mantener las estufas conectadas por la noche. De hecho, de los cuatro sucesos, tres pudieron originarse en el salón de las casas, un dato que aún está en investigación.
Además, se da la circunstancia de que todas las víctimas perecieron en incendios que se produjeron en la franja nocturna, de “sueño”, y tres de ellas forman parte del colectivo más vulnerable en este tipo de siniestros, los mayores de 65 años.
En la imagen, el incendio de anoche en Sevilla, en el que perecieron dos ancianas