Los #bomberos de Camargo innovan en su técnica para atacar a la avispa asiática

Los #bomberos de Camargo innovan en su técnica para atacar a la avispa asiática

 

El Diario Montañés ha acompañado a miembros del SEIC en su primera intervención real usando pistolas de 'paintball' para luchar contra esta especie

Incredulidad y fascinación inundaron el pasado martes las calles del casco urbano de Camargo o, más concretamente, el apeadero de la estación de tren de Muriedas-Bahía. Todo ello gracias al despliegue de los integrantes del Servicio de Extinción de Incendios del municipio (SEIC), que organizaron su primer operativo real para destruir un nido de avispa asiática con los últimos dispositivos adquiridos por el Ayuntamiento, unas pistolas de 'paintball' que disparan un tipo de veneno letal para estos ejemplares.

Y es que, hace un par de semanas, el Consistorio anunció la compra de varios aparatos de marcadoras de 'paintball', así como una pistola especial, varias bombonas de aire comprimido, una estación de recarga y algunos instrumentos para la refrigeración y transporte de las bolas de biocida para intensificar la lucha contra esta especie invasora y atacar los nidos que se encuentran a gran altura o que se ubican en zonas de difícil acceso.

Este método, que se ha ideado y patentado en Cantabria, consiste en que los bomberos disparen bolas de insecticida congelado contra los nidos de tal forma que, a medida que se deshagan, impregnen el avispero con la sustancia hasta acabar con todos los insectos invasores del nido. Actúa como una especie de troyano ya que, con 10 ó 20 bolas de veneno congelado y tras dejarlo actuar durante dos o tres días, consigue matar larvas, pupas y avispas para que, una vez el avispero quede inactivo, pueda ser retirado.

Tras varias jornadas de preparación, en las que los bomberos recibieron formación teórica y práctica, los integrantes del SEIC se desplazaron hasta el apeadero ferroviario para eliminar un avispero situado bajo el puente de la carretera que cruza las vías del tren. Este nido cumplía todos los requisitos para ser destruido por este nuevo método porque estaba en un lugar alto en el que no podía ser retirado por otros más tradicionales como las pértigas y porque, además, se ubicaba en una zona cercana a líneas eléctricas y a la catenaria.

En palabras del jefe de servicio del SEIC, Victor Chaves, el nido "ya era de tamaño medio". Eso indica que, al paso de 48 horas, los bomberos deben volver a acercarse al lugar de los hechos y comprobar que el avispero no tiene actividad, como ha ocurrido en este caso en el que el avispero estaba inactivo. "Hemos acabado con él pero, en otras ocasiones, si el nido es más grande, tendremos que hacer más actuaciones y disparar más veces", ha comentado el jefe de servicio.

Chaves y el resto de sus compañeros del SEIC creen que es un sistema muy efectivo y están orgullosos de ser uno de los primeros cuerpos en utilizarlo. "Este método facilita mucho nuestro trabajo y garantiza nuestra seguridad", ha asegurado el jefe de servicio. Precisamente, esta actuación hubiera sido muy peligrosa de no haber contado con las marcadoras de 'paintball' porque habrían necesitado una pértiga para alcanzar ese nido y, de haber tocado algún cable de tensión, se podría haber producido una situación de peligro. "Con este método evitamos el contacto con este tipo de cables o con la catenaria y, además, llegamos a sitios que con otros métodos es imposible", ha relatado Chaves.

Nidos pendientes

A día de hoy, todavía quedan nidos de este tipo pendientes y el SEIC ya está al tanto. El jefe ha señalado que este trámite "ya está en marcha" y espera que esté resuelto la semana que viene.

Por el momento, los bomberos del municipio ya han retirado, desde el pasado mes de abril, un total de 208 nidos. A su vez, mediante la campaña de trampeo puesta en marcha en colaboración con el Gobierno regional, se ha conseguido atrapar a 3.420 ejemplares de esta avispa que tanto perjudica la expansión para las especies polinizadoras autóctonas como las abejas, a las que este novedoso insecticida no afecta ni daña.

Foto: Daniel Pedriza, www.eldiariomontanes.es