Los Bomberos de Vigo aumentan los rescates y reducen las salidas por incendios

Los Bomberos de Vigo aumentan los rescates y reducen las salidas por incendios
Una unidad de bomberos tras desalojar una edificio en Coia

El Cuerpo de Bomberos de Vigo apaga menos incendios, pero destina buena parte de su intensa actividad a auxiliar a personas y animales, según los datos que recoge la memoria de actuaciones realizadas en 2018, según informa el diario digital Atlántico de Vigo.

Con respecto al ejercicio anterior, el pasado año el número de salidas desde los parques de Teis y Balaídos se redujeron ligeramente en un 4,4 por ciento, pasando de 2.695 a las 2.579 en 2018. Las ayudas humanitarias presentan la mayor diferencia anual entre sus servicios: se efectuaron 460 intervenciones –lo que supone un 17,7 % del total–, más del doble que las realizadas durante 2017. 

En este sentido, cabe señalar que se realizaron más 160 rescates a personas y 64 a animales, mientras que las unidades de bomberos tuvieron que atender seis avisos de suicidio,  45 accidentes de circulación en carretera, siendo necesario rescatar a conductores o pasajeros de vehículos en nueve ocasiones. El incremento en este apartado tiene lugar tras computar las actuaciones que requieren el salvamento de personas impedidas, mayores o fallecidas –doce en el último año–, que anteriormente no figuraban en este tipo de servicios, en los que se recoge un significativo incremento de ayudas a personas de avanzada edad que residían solas en sus domicilios.

Menos fuegos y explosiones

Por el contrario, a pesar de que las actividades de extinción de incendios representan el 20,7 por ciento de su trabajo, el volumen de fuegos en zonas forestales se redujo notablemente en el último año tras un 2017 que será recordado por los incendios que asolaron el entorno de la ciudad en el mes de octubre, donde el fuego arrasó numerosas zonas de masa forestal abandonadas en un periodo excepcionalmente seco.

Según se recoge en la memoria anual elaborada por el Cuerpo de Bomberos, se atendieron 105 incendios de este tipo, principalmente desde el parque de Balaídos. En la comparativa anual, estas actuaciones pasaron de las 680 de 2017 a las 537 del pasado año, lo que se traduce en un descenso del 21 por ciento.


El mayor número de intervenciones para sofocar fuegos y explosiones ocurrieron en entornos urbanos, manteniéndose con una pequeña disminución frente a los registros del último lustro: 126 bienes urbanos requirieron la atención de los bomberos, junto a 87 incendios en viviendas habitadas y 39 en residencias abandonadas. Las cocinas, una de las estancias en las que se producen un mayor número de fuegos fortuítos también necesitaron del servicio de estos profesionales en hasta 53 ocasiones. Una de las intervenciones más peligrosas a las se deben enfrentar los bomberos en su ya de por sí duro trabajo son las explosiones de gas, aunque por suerte, en 2018 no se registró ninguna en la ciudad.En cuanto a transportes, el año pasado ardió un barco, siendo necesaria la intervención de los bomberos de Balaídos, mientras que el fuego en vehículos terrestres sumó 64 incidencias.

 

Imagen: Atlántico