El Ayuntamiento de San Sebastián (Guipúzcoa) cobrará el trabajo del servicio de extinción al ciudadano cuando este incurra en imprudencia o picaresca, según informa www.diariovasco.com.
Actos como pedir un rescate tras adentrarse por una zona prohibida, solicitar que se apague un fuego tras una negligencia o imprudencia grave, o echar mano de la picaresca para que sean los bomberos y no un cerrajero el que abra la puerta de casa va a costarle caro a los habitantes de San Sebastián.
El Ayuntamiento prepara una nueva tasa para que sean los ciudadanos que incurran en negligencias o imprudencias graves los que costeen los servicios de los bomberos y no el conjunto de la ciudadanía. Según explican desde el Consistorio, la misma necesitará una tramitación larga que se extenderá más allá del 1 de enero, por lo que no entrará en servicio a principios de 2018, sino a lo largo del año.
Entre los casos que serán gravados por esta tasa figuran "el salvamento de personas en lugares cuyo acceso esté prohibido o limitado en situaciones climatológicas adversas". Para este caso se prevé una tasa de 1.000 euros. También se cobrará esta cantidad por "la extinción de incendios intencionados" o la "extinción de incendios provocados por el lanzamiento de artículos pirotécnicos, incluidos los lanzamientos autorizados". Se entiende que la persona o entidad autorizada a usar material pirotécnico "debe tomar todas las medidas necesarias para garantizar que no se produzcan incendios".
También se aplicará "cuando no exista motivo de urgencia para la apertura de una puerta" y, por tanto, el ciudadano acuda a los bomberos para ahorrarse el coste del cerrajero. En este caso la tasa será de 315 euros. Se cobrarán 230 euros por la limpieza de calzadas por "derrames de combustibles, aceites o similares cuando sean debidos a una negligencia". Y la factura subirá a 1.000 euros por "neutralizar fugas de gases debido a una deficiente construcción o mantenimiento".
Foto: www.elmundo.es
