Decenas de vecinos de La Palma (Canarias) colocan estos días improvisadas pancartas de agradecimiento y ánimo a los equipos de Emergencias que luchan, desde el miércoles, contra el incendio forestal que afecta a la zona norte de la isla.
Tejados, azoteas, terrazas y campos se han visto "invadidos" por sábanas blancas en las que, con pintura negra, se leen mensajes de gratitud especialmente dirigidos a los pilotos de los once helicópteros e hidroaviones que llevan tres días defendiendo la isla del fuego.
Además de la constante actividad de las aeronaves, que descargan toneladas de agua sobre las escarpadas laderas de la isla, más de 300 personas combaten el incendio en tierra. Miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Bomberos y efectivos de distintos Cuerpos, como los agentes de Medio Ambiente del Cabildo, que perdían a su compañero Francisco José Santana, de 54 años, víctima mortal de este incendio forestal.
El fuego ya ha quemado 3.600 hectáreas y ha obligado a 2.500 personas a abandonar temporalmente sus viviendas. El objetivo es evitar que se propague hacia el Sur. La Palma, con todo su territorio catalogado como Reserva de la Biosfera y con parajes de altísimo valor ecológico como el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, presenta una orografía muy compleja, con grandes desniveles en poquísimos metros; con altitudes sobre los 2.000 metros y el principal observatorio astronómico del hemisferio norte. Tres parques de bomberos voluntarios se encargan de vigilar la isla todo el año.